Cuando el sentimiento del estudiante sea con mayor frecuencia y poco manejable, se deberá conversar con los padres de familia o cuidadores y sugerir la referencia del caso a profesionales del sistema de salud o profesionales de la salud mental, quienes están capacitados en la atención psicosocial. Por medio de la observación directa, los docentes deberán establecer los cambios en la conducta de los estudiantes.
Sin embargo, a continuación, se enlistan algunos síntomas y signos a considerar:

  • Inquietud, depresión o sentimiento de tristeza prolongada.
  • Síntomas físicos consecutivos sin causa aparente.
  • Pensamientos de suicidio.
  • Desesperación extrema.
  • Sentimientos de culpa.
  • Ira incontrolada.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Abuso de sustancias.
  • Desorden en el sueño y la alimentación.
  • Aislamiento social duradero.
  • Conductas autodestructivas.
  • Gran hostilidad hacia los demás.
  • Ansiedad incontrolada

Es importante tomar en cuenta que, si algunos estudiantes presentan varios de estos síntomas, deberán anotarse y referirse inicialmente con la dirección del establecimiento o centro educativo, para analizar su viabilidad y necesidad de referirlos a servicios de atención psicológica y/o psiquiátrica.