Inicio Bienestar Emocional

La situación de emergencia sanitaria y el confinamiento han requerido nuevos aprendizajes, tanto en el ámbito personal como colectivo, en los sistemas que organizan nuestras vidas y en los modos de relación tanto en el ámbito social como educativo.

…Ante una crisis, nuestros objetivos se ven amenazados, lo que pensamos que íbamos a hacer, o que ya habíamos logrado, se altera, y ya no es posible que sigamos con nuestros planes. Tenemos incertidumbre, angustia, nos sentimos desorganizados e inseguros.

Enfrentar una crisis de salud como la actual no ha sido cosa fácil, nos hemos sentido mal, angustiados y preocupados, pero podríamos enfrentar esta situación de dos maneras: por un lado, quedándonos parados y quizá hasta retrocediendo: “Me siento tan mal, tan impotente, tan frustrado que ya no sé para dónde ir”.

Pero, por otro lado, la situación también nos planteó la posibilidad de ir hacia adelante y salir mucho más fortalecido. Lo que buscamos entender …es por qué a veces somos capaces de salir adelante, empoderarnos y avanzar, y en otras ocasiones nos quedamos estáticos o quizá también retrocedemos….1

Por su parte, el regreso a las aulas es un momento muy sensible, por lo que resulta muy importante conocer y compartir nuestras vivencias y experiencias: nuestras emociones y experiencias, reflexionar sobre las estrategias que hemos desarrollado para afrontar el confinamiento y la pandemia, así como el impacto en nuestro bienestar emocional.

…La escuela es un lugar de encuentro y nada reemplaza los vínculos y las relaciones que se establecen en ella. Por eso, debemos prepararnos para el re-encuentro luego de un largo período de aislamiento y distancia social, por lo que se hace necesario fortalecer su rol protector, brindando seguridad y contención a los integrantes de la comunidad educativa, especialmente en momentos de alta incertidumbre…2

La primera tarea, tiene que ver con la posibilidad de pensar en nosotros mismos: cómo vivimos la experiencia de pandemia, cómo nos sentimos, cómo nos cuidamos, qué queremos, cómo hacemos para lograrlo, cómo superamos los problemas y cómo podemos lograr mayor bienestar emocional.

Asimismo, también vale la pena reflexionar sobre nuestra relación con el entorno. Cómo nos estamos vinculando, qué queremos aportar a nuestra comunidad, cómo protegemos a nuestros seres queridos, cómo podríamos actuar de una manera que beneficie a otros.

Aunque el volver a clases puede ayudar a reducir la sensación de aislamiento que la mayoría hemos experimentado, lo cierto es que hay resistencia e incertidumbre sobre cómo se desarrollará el comienzo de las clases presenciales a pesar de ser voluntarias y graduales

La escuela está teniendo la oportunidad de reconocer y poner en valor las situaciones vividas, para permitir que su alumnado las transforme en aprendizajes para la vida.