Las bases de nuestro trabajo
¿Qué involucra aprender a comunicarnos?
- Aprender a escuchar y a ponernos en el lugar del otro. >
- Aprender a dialogar y negociar respetando tanto nuestra opinión como la del otro.
- Aprender a decir aquello que nos causa malestar.
- Aprender a poner sobre la mesa un conflicto.
- Aprender a disentir.
- Aprender a reconocer que no siempre tenemos la razón
La comunicación en el contexto escolar, a grandes rasgos:
-Es una de las bases para comprendernos a nosotros y comprender al otro.
-Es un medio para resolver conflictos.
-Es un catalizador para liberar el malestar cotidiano gracias a la identificación y expresión de nuestros sentimientos, pensamientos y emociones.
Una buena comunicación favorece una convivencia armónica y de confianza. Una comunicación, que se basa en los dobles mensajes, en la repetición de la queja (“nunca me hacen caso”), en la ambivalencia, en el autoritarismo, generan en la atmósfera escolar: confusión, inseguridad, incertidumbre, enojo. Muchos conflictos en el espacio escolar surgen de la falta de comunicación entre diversos actores, de la imposibilidad de dialogar con otras opiniones y perspectivas.
En nuestra labor como docentes, muchas veces esto se debe a la dificultad que tenemos para hacernos comprensibles, es decir, nos puede costar trabajo comunicarnos de forma asertiva. Por ello es clave ejercitarnos en aprender a expresar nuestras opiniones y nuestros estados emocionales sin violencia, y al mismo tiempo permitir que los demás se expresen, tomando en cuenta la pertinencia del contexto: saber encontrar con quiénes, cuándo, dónde, cómo y para qué.
No se trata de generar espacios de catarsis emocional, o de construir espacios como vertederos de quejas o recipiendarios de miserias personales, en dónde nos colocamos como víctimas y reforzamos la perspectiva desesperanzada de la realidad.
Recomendaciones para comunicarnos asertivamente con nuestros estudiantes.
- Ponga atención: escúchelo y mírelo.
- Trate de ponerse en sus zapatos.
- Intente no interrumpirlo.
- Pídale que le explique lo que no le quede claro.
- Si no tiene tiempo para escucharlo en ese momento, póngase de acuerdo, para escucharlo más tarde con atención.
- No desvalorice sus opiniones o sentimientos.
- Respete sus ideas y sentimientos: puedes estar en desacuerdo con sus puntos de vista, más no lo descalifique.
- Es importante que le haga saber que usted quiere entender.
- Describa la conducta, los hechos o el comportamiento del estudiante o del grupo. No le atribuyas adjetivos. En lugar de decir “llegas tarde, eres un irresponsable”, describa su conducta, señale sus responsabilidades y las consecuencias de sus actos.